El sabor del encuentro

 El sabor del encuentro

Entre las conversaciones que habitualmente tenemos con los amigos en el hipódromo algunos nos preguntamos que tipo de magia es la que nos hace sentirnos tan bien anímica mente al llegar. Lo recurrente es señalar algunos detalles que no pueden ser ignorados para entenderlos, como por ejemplo tener  la posibilidad de soñar con aciertos en carreras complicadas, en elecciones acertadas y un sinfín de circunstancias que el turf ofrece. Sin embargo quedarse con eso no es suficiente para justificar la innegable atracción que tiene una reunión donde la gente le da un entorno especial al espectáculo. Es cierto que la presencia de los pura sangre y el color de las chaquetillas junto a la maestría de los jinetes ayudan a conformar un evento pleno de sensaciones especiales, pero la explicación tiene varias facetas.

En primer lugar pongo a la reunión de personas, amigos y habitués que le dan un toque casi familiar, donde se conocen casi todos y comparten un placer tanto lúdico como entretenido. No solo se piensa en apostar sino que un ingrediente importante y que hay que tener en cuenta. es la previa, como dice la gente joven, donde se charla sobre las posibilidades de los ejemplares que van a correr mezclados con opiniones de cada uno sobre política, fútbol, cine o televisión. Porque eso es lo que conlleva una mesa compartida o un banco en la tribuna, el cambio de opiniones que versa sobre diferentes tópicos a la hora de entablar una conversación.

El público es muy diferente  al de otros deportes, como por ejemplo el fútbol, ya que no está en función de  alentar a una divisa o cinchar por un mismo equipo sino que la multiplicidad de opciones es tan grande como los caballos que van a competir. Eso promueve que cada quien tenga sus propios argumentos y lo más lindo es que todos escuchan atentamente lo que dice el otro porque no hay que desechar ninguna opinión cuando de apostar se trata.

Todo vale cuando se arriesgan datos como “el otro día vino encerrado y arriba volaba” o “corrió de punta y se paró en los últimos 200 pero hoy son menos metros” y también  “el jockey lo paró” e incluso “para mí fue al bombo”.

Son expresiones comunes que se expresan con buena intención para justificar la elección.

Algo que podríamos llamar como el folclore de un día de carreras es lo que alimenta la convocatoria de los aficionados y concita el atractivo de compartir, o no, el pensamiento de cada uno. Y agrega condimento a una actividad que nuclea a personas con una afinidad notable para compartir ideas.

Porque el juego es un imán indudable pero mucho más es ese intercambio humano que recuerda a las mesas de café de antaño, hoy casi desaparecidas, donde los amigos intentaban cambiar el mundo.

Quienes como yo estamos más cerca del arpa que de la guitarra por supuesto que añoramos los viejos tiempos, pero el turf no une y nos da la posibilidad de revivir cosas que pensamos quedaron lejos pero aún viven en nuestra mente.

Por eso somos felices cuando vamos al hipódromo, es el sabor del encuentro.

Norberto Laterza
De Turf Un Poco

Stud Chanta (SI)
Talabarteria La Fusta
Haras Don Teodoro
Hipódromo de Palermo
Asociación del Personal de Hipódromos, Agencias, Apuestas y Afines de la República Argentina
Obra Social del Personal de la Actividad del Turf / Unión de Trabajadores del Turf y Afines
De Turf Un Poco
Asociación Gremial Profesionales del Turf 
Haras San Benito
Haras Don Florentino
Hipódromo de San Isidro

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Norberto Laterza