Para recibir hay que dar

Para recibir hay que dar

En  materia de turf, como en la vida, una de las premisas es la reciprocidad bien entendida. Me refiero especialmente a mucha gente que espera favores de los demás sin comprender que lo mejor de lo que vuelve es fruto de lo que uno entrega. Es fácil y cómodo pedir una vida mejor sin aportar nada, pero también es egoísta y pernicioso porque refleja un egoísmo que no tiene futuro en el tiempo. Mal que le pese a quienes especulan con una gran cuota de desprecio por una actitud generosa para sacar ventaja considerando que defienden el interés propio, la realidad es que no reconocer el apoyo del prójimo es un signo de egoísmo que fatalmente termina por afectar no solo la propia inteligencia sino también reduce la relación con los demás.

En particular dentro de la actividad en las carreras de caballos existe una situación que es inexplicable pero que viene sucediendo desde hace mucho tiempo y es relativo a la promoción imprescindible que una industria debe contemplar si es que quiere progresar. La publicidad y la promoción son factores básicos para una industria que vive del público. Sería impensable que pudiera subsistir sin darse a conocer para que la gente se sienta atraída, porque si no existe información nadie acudiría a un hipódromo ni compraría un caballo de carrera. Y el turf tiene una materia pendiente en ese aspecto porque casi nunca se ha ocupado de mostrar su funcionamiento y es una realidad que mira a la actividad hípica como algo misterioso. He tenido pruebas concluyentes sobre la falta de conocimiento en la gente sobre lo que la hípica ofrece, desde como jugar hasta que entrega como entretenimiento. ¿Como puede ser que exista un escenario en el medio de la ciudad y en un lugares tan selectos como los hipódromos centrales, sin que el público pase y lo mire de afuera? Cada vez que me toca invitar a algún conocido a una reunión tengo que explicarle que va a ver, que puede hacer y como disfrutar de una carrera de caballos.

El tema de la promoción que realizan los circos hípicos es para el público cautivo, es decir para los “burreros”, ignorando a los que no lo son y creando un clima de misterio que aleja sin duda a otra gente.

Es posible que por su origen eso funcionara como reducto exclusivo para una elite pero los tiempos cambiaron y hoy se transformó en una industria, Sin embargo en materia de promoción no se maneja de la misma forma, adolece de una comunicación masiva que no se entiende.

En estos tiempos donde la propaganda, la promoción y la información dominan al público, la falencia es notoria en la industria del turf. A nadie se le cae una idea, consideran que con abrir las puertas de los hipódromos es suficiente y ni los diarios ponen como antaño los programas de carreras.

¿Será suficiente en el futuro?

Norberto Laterza
De Turf Un Poco

Stud Chanta (SI)
Expressive Smart presta servicios en Haras Ojos Azulez
Talabarteria La Fusta
Haras Don Teodoro
Hipódromo de Palermo
Asociación del Personal de Hipódromos, Agencias, Apuestas y Afines de la República Argentina
Obra Social del Personal de la Actividad del Turf / Unión de Trabajadores del Turf y Afines
De Turf Un Poco
Asociación Gremial Profesionales del Turf 
Haras San Benito
Haras Don Florentino
Hipódromo de San Isidro

Norberto Laterza