Lo esencial no es invisible

Lo esencial no es invisible

El aviador y escritor francés Antoine de Saint Exupery escribió en su li9bro El Principito, histórico cuento que fue percibido como lectura para niños y terminó siendo el más leído en idioma francés, un capítulo en el que puso en boca del protagonista una sentencia que luego se repetiría en todos los idiomas “lo esencial es invisible a los ojos”, sin embargo vale la pena señalar que por supuesto se refería a los humanos porque en lo que hace al caballo es posiblemente visible. Y voy a explicar el porqué. Cuando hablamos de caballos de carrera hay algo que los aficionados tienen claro, lo más importante del animal no ni su velocidad, ni su resistencia ni tampoco su físico, sino su temperamento. Lo que diferencia a un buen caballo de un crack es decididamente el carácter, por eso los entrenadores hablan de caballos guerreros, valientes o luchadores, con garra para competir y por el contrario,  flojos, cobardes o temerosos.

Es una condición  que fácilmente detectan cuidadores, jockeys y aficionados, porque el pura sangre muestra sin disimular su potencial ya desde potrillo. En el período de crianza  los peones también son duchos en la materia, se dan cuenta que animal comanda cuando están juntos, quienes atropellan buscando encabezar el lote y los que  arrugan a la hora de mostrarse.

También en sus primeros ejercicios, cuando entran en training, lo entrenadores detectan con ojo clínico el temperamento del animal, por eso en los casos en que se dan cuenta que tienen un defecto, por ejemplo de timidez, intentan desde el principio que pueden hacer para superar ese inconveniente y apelan a partidas a la par de otro caballo, ejercicios con ejemplares más fogueados, y un sinnúmero de prácticas buscando paliar lo que ya observan, la  poca disposición del animal para emplearse a fondo,  es decir que lo esencial es claramente visible.

En ese aspecto considero fundamental este atributo como elemento distintivo para calificar de bueno y útil al caballo, porque sin temperamento ganador, es muy difícil que tenga futuro en las competencias.

Claro está que nadie puede predecir si el pura sangre lleva en sus venas el desafío de correr en las pistas con garra y coraje para no aflojar, porque si así fuera sería muy fácil adquirir uno después de un tratamiento psicológico que detecte si tiene ganas de competir, pero hay indicios que se pueden tener en cuenta. Yo no los conozco pero los que están en los haras sí pueden intuirlo, por eso cuando ha tenido la oportunidad de consultarlos ha sido muy importante en lo que hace a la adquisición de un producto. No es que la regla sea decisiva ni nada parecido, pero si es una ayuda más para tener en cuenta, porque el caballo se muestra como es, no sabe de disimulos ni intenta aparecer como un crack, en eso se diferencia mucho del ser humano.

Lo que inatento explicar es que en materia de ejemplares pura sangre de carrera lo esencial no es invisible, hay que agotar las instancias a la hora de hacer una inversión en un potrillo o potranca, porque después el error se paga caro. Es cierto que importa mucho su tamaño y su pedigree, pero es innegable que no hay duda sobre que el corazón para la competencia es el factor clave y recién en la cancha se pueden ver los pìngos, como dice el refrán.

Como siempre, lo que vale es el fuego sagrado.

Norberto Laterza
De Turf Un Poco

Stud Chanta (SI)
Talabarteria La Fusta
Haras Don Teodoro
Hipódromo de Palermo
Asociación del Personal de Hipódromos, Agencias, Apuestas y Afines de la República Argentina
Obra Social del Personal de la Actividad del Turf / Unión de Trabajadores del Turf y Afines
De Turf Un Poco
Asociación Gremial Profesionales del Turf 
Haras San Benito
Haras Don Florentino
Hipódromo de San Isidro

Norberto Laterza